Los sindicatos presentes en la mesa de negociación para el convenio regional de las industrias del vino y alcoholeras, CCOO, UGT y USO, han mostrado su preocupación por la marcha de las negociaciones y han denunciado la falta de avances por el bloqueo por parte de las organizaciones empresariales, que están «dilatando sin motivos» la consecución de un acuerdo, según el representante de CCOO, Agustín Toribio.
Por ello, han acordado un calendario de acciones que incluye asambleas de delegados y una campaña de difusión entre los trabajadores y la sociedad en general, que se intensificará si la negociación continúa bloqueada en la próxima reunión, prevista para el día 5 de julio. De ser así, no descartan convocar una huelga general del sector.
Una de sus reivindicaciones es un aumento salarial del 2% para los años 2016 y 2017 y del 2,5% para 2018. Es, para Toribio, «una propuesta responsable», teniendo en cuenta que, «durante los años de crisis, mientras las empresas del sector en términos generales han obtenidos muy buenos resultados económicos, los trabajadores han visto prácticamente congelados los salarios».
«Nos parece una verdadera provocación haber superado cuatro años en los que el único incremento en términos salariales ha sido del 0,90%, en un sector pujante y consolidado en La Rioja, con beneficios económicos, que se deberían traducir en una mejor distribución de rentas», ha señalado.
Además, la propuesta de los sindicatos tiene un carácter solidario y social, al incorporar puntos como el establecimiento de becas de apoyo al estudio para los trabajadores con hijos. Estas consistirían en 150 euros por curso e hijo en el caso de Infantil, 250 euros para la ESO y FP y 350 para los hijos que estudian en la universidad.
Así mismo, también se incorporarían ayudas para trabajadores con hijos discapacitados que irían desde los 200 euros por hijo y año para los que tienen un grado de dependencia del 33 al 50%, 300 euros para los de una dependencia del 51 al 70% y 400 euros para los que tengan un grado superior al 71%.
Toribio ha denunciado que la patronal está intentando «disputar los derechos a los trabajadores». «Nos parece inaceptable que se pueda plantear una negociación en esos términos, por lo que hacemos un llamamiento a la sensatez y el sentido común para entender la relación laboral como un derecho y no como una relación de dominio, que dependa de la voluntad del empresario».
Así, ha citado como ejemplo el intento fallido de incluir en el convenio los 15 minutos de descanso para el bocadillo, que ya están disfrutando los trabajadores, pero que los empresarios se han negado a reconocer como derecho.
«Los representantes de los trabajadores no estamos dispuestos a soportar que la patronal cuestione nuestra profesionalidad, compromiso y responsabilidad para justificar su falta de voluntad negociadora y de acuerdo, y mucho menos que se nos indique la puerta de salida de nuestras empresas si no estamos conformes con nuestras condiciones de trabajo.
Además, los tres sindicatos han manifestado su «más absoluta disponibilidad» para negociar y firmar un convenio colectivo que recoja salarios justos, condiciones de trabajo dignas y empleo estable, por lo que promoverán cuantas acciones sean necesarias en defensa de los intereses de los trabajadores del sector.
