El alumnado está llamado este miércoles 26 de octubre a la huelga que, contra las reválidas que establece la LOMCE al terminar ESO y Bachillerato, han convocado la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, (CEAPA) y el Sindicato de Estudiantes, y que cuenta con el apoyo de CCOO.
La huelga reclama que el Gobierno en funciones paralice la puesta en marcha de las reválidas, porque recogen «lo más rancio del sistema educativo de la etapa franquista», según el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Míkel Bujanda. «Se atenta contra la dignidad del profesorado, que, por primera vez en la historia de la democracia, no van a ser quien dé el título de Educación Secundaria y Bachillerato». Podría ser, incluso, una empresa externa la que se encargara de estas pruebas, según refleja la LOMCE, y no los docentes que les han evaluado durante años.
Así, los alumnos de 4º de ESO se enfrentarán a una prueba consistente en siete exámenes que, tan sólo este curso, no va a tener valor a la hora de obtener el título de Educación Secundaria. Sin embargo, a partir del curso siguiente, quien no supere estos exámenes no podrá acceder al Bachillerato y tampoco obtendrá el título de ESO, aunque tenga aprobadas todas las asignaturas. Si no supera la reválida, deberá realizar una prueba extraordinaria en septiembre para recibir el título.
También los de Bachillerato deberán enfrentarse a una prueba para obtener este título y acceder a la universidad, aunque este curso, de momento, la reválida sólo servirá para lo segundo. «Hay absoluta incertidumbre sobre cómo se va a examinar. Está sin definir la prueba, falta concreción».
La CEAPA considera que estas reválidas son un modelo pedagógico arcaico, que dejarán a buena parte del alumnado fuera del sistema educativo, frenando su acceso al Bachillerato y la Universidad y deslegitiman al docente. Así mismo, están cuestionadas por toda la comunidad educativa y buscan negocio para unos pocos.
Además, la huelga también reivindica la derogación de la LOMCE, aprobada por el PP, y una reversión de los recortes en Educación. CCOO cree que estos dos puntos deben ser premisas imprescindibles para el pacto educativo que deberían acordar los distintos partidos políticos.
