Con motivo del Día Mundial del Turismo, que se celebra el 27 de septiembre, la Federación de Servicios de CCOO quiere denunciar la realidad que vive el sector, en el que la bonanza económica no ha llegado a la clase trabajadora. Por ello, reclaman un pacto por un modelo turístico sostenible y con empleo decente.
Tanto el convenio de Restaurantes y Bares como el de Hoteles en La Rioja están vencidos desde el 31 de diciembre de 2016 y sólo el de Hostelería se está negociando en este momento. CCOO reivindica una revisión de las tablas salariales para conseguir que el crecimiento económico del sector se refleje no sólo en la cuantía del salario sino también en la calidad del empleo.
Como ha indicado Álvaro Fuertes, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO en la Rioja, pese a que ha crecido el número de viajeros y pernoctaciones en La Rioja, ha disminuido el número de empleados en el sector. Esto significa que los trabajadores desempeñan su labor «con mayor carga de trabajo, en peores condiciones y sin personal de cobertura para atender una situación imprevista».
De enero a julio de 2016 aumentó el número de viajeros en La Rioja con respecto al mismo periodo del año pasado en un 4,21% y las pernoctaciones en un 3,79%, pero el personal empleado descendió en 1,61%. El régimen general subió un 7,12%, pero esta cifra no es real, según Jose Mª González de Garay, secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios en La Rioja, ya que el 97% de esos empleos son contratos temporales o a tiempo parcial.
Además, el sindicato también quiere denunciar el aumento de la externalización con el objetivo de abaratar costes mediante la no aplicación de los convenios colectivos sectoriales, rebajando en torno al 40%, una situación que afecta especialmente a las camareras de piso.
Para cambiar esta realidad, CCOO cree necesario trabajar por un cambio de modelo turístico hacia la SOSTENIBILIDAD, equilibrando el ámbito laboral con el económico y el medioambiental, garantizando la libertad sindical, aumentando la sensibilización sobre la necesidad de preservar el patrimonio cultural y natural.
También hay que trabajar el contraste entre el récord en los datos turísticos en comparación con las condiciones del empleo de los subsectores de la hostelería: trabajadores en precario, a tiempo parcial y, en muchos casos, fraudulento, ya que trabajan más horas de las contratadas, lo que supone un aumento de las cargas laborales. Por último, debemos acabar con la competencia desleal y el intrusismo, propiciando que aflore la economía sumergida a nivel general y, en particular, el empleo sumergido.
