Aclaraciones sobre el uso como EPI de mascarillas ineficaces en FHC

El pasado domingo día 19 de abril, al hilo del uso como EPI de mascarillas ineficaces, marca Garry Galaxy con envoltorio color verde, en la rueda de prensa habitual del portavoz del gobierno regional se hizo referencia a FHC en los términos que los medios de comunicación recogieron de la siguiente forma: “Según el portavoz, se repartieron 7.400 unidades del total, aunque ha insistido en varias ocasiones que «no todas eran mascarillas defectuosas». Cuando el 14 de abril se informó de la «ineficacia» de las mascarillas, «se paralizó su distribución» y se advirtió de que «dejaran de usarlas» a todos los sanitarios de los centros riojanos, aunque el Ministerio de Sanidad pidió que se retiraran el 16 de abril. Pese a que el hospital de Calahorra ha denunciado el uso «masivo» de estas mascarillas, Del Río ha explicado que «no ha habido un aumento de positivos» entre los profesionales sanitarios, y que el porcentaje de infectados se mantiene por debajo del 5%. La semana comenzó con 219 casos positivos, el portavoz del Gobierno ha indicado que esa cifra no ha subido sino que lleva una línea descendente en estos momentos”.

A instancias de nuestros representados, y al respecto, les participamos:

1. Que entre la avalancha de notas de prensa y comunicados remitidos por diferentes personas y organizaciones el día 17 de abril, y/o posteriores, en relación con el lamentable episodio de dichas mascarillas, no se encontraba ninguno proveniente de esta Representación Legal de los Trabajadores de Fundación Hospital Calahorra (FHC). Estábamos demasiado ocupados localizando y retirando esas mascarillas fake.

1. Que, no obstante, los compañeros que hayan dicho que en FHC se han utilizado masivamente dichas mascarillas, han reflejado fielmente la verdad de lo sucedido. Tengan en cuenta que tales mascarillas, remitidas desde el Hospital San Pedro, formaban parte de los kits de protección (EPI) denominados “de muestras”, es decir los EPIs destinados a ser usados durante los contactos de riesgo con pacientes COVID-19, kits que han sido utilizados ampliamente (o el adverbio sinónimo que se prefiera) tanto en las carpas habilitadas para la recogida de muestras PCR, como por el personal de Hospitalización a Domicilio, Urgencias y la Segunda Planta (ingreso COVID-19). Tengan en cuenta, asimismo, que esos kits son embalados manualmente introduciendo en una bolsa de plástico sus distintos competentes, uno a uno, entre ellos las mascarillas ineficaces, y que eso lo hacemos nosotros mismos, también quienes esto estamos escribiendo, de la misma forma que somos nosotros mismos quienes hemos utilizado esas mascarillas ineficaces: tener un mejor y más directo conocimiento es imposible.

1. Que si bien, como se dice oficialmente, en Logroño se recibió información oficial sobre la inadecuación de dichas mascarillas el martes día 14, en cambio, en  FHC no se tuvo conocimiento de la ineficacia de las mascarillas y del Informe al respecto del Centro Nacional de Medios de Protección dependiente del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) hasta el viernes 17 y a través de los medios de comunicación: las mascarillas siguieron usándose en FHC, pues, durante todo el miércoles 15, el  jueves 16 y el viernes 17 hasta su retirada ese mismo día. Incluso, a última hora del turno de mañana de dicho viernes, aún desde la empresa se decía que todo era un bulo aun cuando hacía horas que la confirmación por el Ministerio de Sanidad había sido publicada por los diarios regionales y nacionales.

1. Lamentablemente, FHC no es capaz de determinar las consecuencias para la salud de nuestras compañeras tras el uso de esas mascarillas sencillamente porque no puede establecer concretamente la trazabilidad de tal uso; no sabiendo quién las ha utilizado mal va saber nada más. Tampoco se sostiene el argumento de que trabajar en zonas COVID-19 con mascarillas ineficaces no ha tenido ninguna consecuencia porque “no aumentan los positivos”: tengan en cuenta por una parte, que las cifras que ofrece el gobierno no son los totales de positivos confirmados, de forma que tampoco el porcentaje de plantilla afectada que señalan es el real, y, por otra, que a quienes han usado esas mascarillas fake en FHC -y ni se sabe quiénes son con certeza- no se les ha hecho prueba PCR aún.

1. Por otra parte, en FHC no se han comenzado a realizar test serológicos hasta el martes día 21. Y todo indica que la fiabilidad de dichos test debe ser tratada con sumo cuidado: quienes fueron positivos confirmados por PCR están resultado negativos en los test serológicos, cuando la evidencia científica indica que quien fue infectado debe presentar anticuerpos. En consecuencia, es necesario advertir de la escasa fiabilidad que demuestran tales test serológicos: ahora ni siquiera resultan ser positivos serológicos quienes antes fueron positivos PCR, sintomáticos, estuvieron enfermos y aislados. Algo está mal, es evidente.

1. Por último, queda señalar que la realización de dichos test serológicos es manifiestamente mejorable en cuanto a su organización. No se sabe quién ha tenido la brillante idea de comenzar el testaje por orden alfabético del primer apellido, concretamente por la letra V por ser, al parecer la grafía agraciada en un sorteo. En cualquier caso, aunque no se pueda identificar a todas las personas que utilizaron las mascarillas fake, puesto que sabemos con certeza que los kits de muestras con las mascarillas defectuosas han sido utilizados por el personal de las carpas de toma de muestras, por ejemplo, ¿no sería bastante más necesario, sensato y epidemiológicamente preciso, comenzar las pruebas por esas chicas que sabemos con certeza que se vieron expuestas y obligadas a utilizar las mascarillas defectuosas aun cuando no se apelliden Vázquez, Villar o Velilla?.