Desde CCOO y UGT afrontamos este 1º de mayo ‘virtual’ y ‘extraño’ con la reivindicación de cambiar el modelo social y económico de nuestro país.
Este 1º de mayo es diferente para todos. Por primera vez en 40 años de democracia no vamos a poder salir a las calles. Pero lo celebraremos con manifestaciones a través de redes sociales a las 13.00, un concierto solidario a partir de las 18.00 y uniéndonos al aplauso desde los balcones a los profesionales de los servicios esenciales por su buen hacer, profesionalidad y dedicación.
El lema de este 1º de Mayo es ‘Trabajo y servicios públicos. Otro modelo social y económico es posible’.
Nos enfrentamos a una situación sin precedentes, que ha cambiado aspectos básicos de nuestra vida y también de la organización social y económica.
Para CCOO y UGT sigue siendo prioritaria la salud pública, por encima de otras cuestiones. Y a renglón seguido, el empleo y la protección de aquellas personas que no tienen ingresos en estos momentos.
Hay que recordar el papel fundamental que han tenido los servicios públicos en esta crisis, los sanitarios en primer lugar, pero también hay que reconocer el papel muy importante que han jugado otros sectores como el sociosanitario, el transporte, la limpieza, las comunicaciones, las tiendas de alimentación, etc.
Hay una serie de trabajos que en algunos momentos han sido denostados en estos últimos diez años y que han pasado por una precarización absoluta, al igual que los servicios públicos.
Y hay que señalar aquellos sectores claramente precarios y feminizados que han dado un paso adelante en esta crisis y que se han demostrado esenciales para la vida y la actividad económica en este país. Las mujeres son protagonistas y sus condiciones deben ser mejoradas.
Si algo ha quedado patente en esta crisis es el valor de las personas y del trabajo real frente a la especulación en la que la economía se estaba moviendo.
Las personas son las que tenemos que poner en primera línea. Volvemos a reivindicar la necesidad de que se implante con carácter generalizado en nuestro país una renta mínima vital que dé respuesta a las necesidades más básicas de aquellos colectivos más vulnerables.
Necesitamos otro modelo productivo en nuestro país. Esta crisis ha revelado que somos más débiles que otras naciones. Y este cambio debe propiciar no solo que tengamos garantizado el abastecimiento de aquellas materias que se han considerado esenciales sino que tiene que apostar también por empleos más dignos, menos precarios.
El trabajo debe ser el principal factor de cohesión que nos permita no solo que los sectores esenciales den respuesta a nuestras demandas, sino que la precariedad llegue a su fin de una vez por todas.
Tenemos que aunar propuestas de diálogo, de pacto social para enfrentar esta crisis de manera distinta. No podemos volver a fórmulas de austeridad que lo que nos lleven es a nuevos recortes y a agrandar las desigualdades existentes en nuestro país.
Hemos alcanzado esta crisis en una situación de precariedad, y en estos momentos lo más importante es salvar a las personas, atender sus necesidades básicas y afrontar unos cambios que se hacen más necesarios que nunca.
Queda mucho por hacer y tenemos que hacerlo de manera consensuada, llegando a acuerdos de mínimos en los que compartamos un diagnóstico común entre los agentes económicos y sociales y también entre las fuerzas políticas, tanto a nivel regional como nacional. Necesitamos un pacto de reconstrucción y aunque se están dando los primeros pasos, queremos exigir que se dé cuenta en el marco del Diálogo Social de esta desescalada y salida de la crisis, acompañada de un cambio de modelo productivo asentada en el empleo estable y respetuosa con el medio ambiente.
Si queremos salir de esta situación lo tenemos que hacer unidos y más decididos en intentar superar las consecuencias motivadas por la paralización de la actividad y la crisis sanitaria. Y es fundamental el papel que tiene que jugar Europa, una Europa que tiene que ser más solidaria y comprometida con el modelo social. Tiene que dar respuestas a los países del sur con financiación que tiene que llegar a las empresas y las familias.
Hemos puesto sobre la mesa instrumentos como los expedientes de regulación temporal, que han conseguido paralizar la actividad y proteger especialmente a los trabajadores y trabajadoras.
Es el momento de replantearnos algunas de las cuestiones que los sindicatos hemos venido denunciando desde hace años y que advertimos de que tendrían malas consecuencias, como son los recortes continuos en los servicios públicos o la mercantilización de algunos aspectos fundamentales como ha sido, trágicamente, el cuidado de las personas mayores, dejándolo en manos privadas solamente para hacer negocio.
También reivindicamos que la salud tiene que volver a formar parte del día a día de las empresas, tiene que integrarse en su actividad porque no podemos volver a repetir los errores de diez años en los que se ha situado a la salud laboral en un tercer o cuarto plano.
Tampoco podemos seguir con un modelo de prevención de riesgos laborales que está en manos de empresas que lo único que pretenden es sacar un rendimiento económico.
Tenemos que aprovechar esta oportunidad para replantear esas políticas de austeridad que venían aplicándose y salir con otra receta de esta nueva crisis.
En estos momentos no tenemos los problemas que teníamos en el sector financiero. Los bancos tienen que aportar liquidez y crédito tanto a las empresas como a las personas y facilitar la salida de esta crisis.
Desde CCOO y UGT animamos a todos los trabajadores y trabajadoras riojanos a participar en este 1º de mayo.
