Tenemos que lamentar un nuevo accidente laboral que viene a incrementar la intolerable cifra de siniestralidad de La Rioja con 3.820 accidentes con baja en el año 2020, a pesar del descenso de la actividad provocado por la pandemia.
El pasado viernes se presentaron en el Consejo Riojano de Seguridad y Salud Laboral las cifras correspondientes al 2020. Estas dejaron claro que La Rioja continúa estando por encima de la media nacional en el índice de incidencia de accidentes laborales. Las actuaciones llevadas a cabo no están corrigiendo la tendencia al alza desde 2012 y sus efectos negativos siguen afectando de manera grave a la vida y a la salud de las personas trabajadoras.
CCOO viene denunciando desde hace años la pérdida de eficacia de las medidas preventivas, y que la seguridad y la salud no es una prioridad para las empresas. La falta de una evaluación correcta de los riesgos y de una planificación de la acción preventiva, se suma a la escasa información y formación a las personas trabajadoras. La prevención de riesgos en los centros de trabajo debe entenderse como una inversión necesaria y no como un gasto obligatorio.
En paralelo, los recursos destinados por la administración a la prevención de riesgos laborales se han ido recortando de manera importante, y sin recursos, no se puede realizar prevención. Por ello, CCOO de La Rioja planteó a los grupos parlamentarios la recuperación de la inversión en materia de prevención de riesgos laborales para los presupuestos de 2021 y la creación de la figura del Delegado de Prevención Territorial para atender a las empresas más pequeñas. Unas propuestas que fueron incluidas en los presupuestos generales autonómicos y que se deben desarrollar de manera inmediata para reducir los índices de siniestralidad en nuestra región.
En este momento actuar es esencial. Necesitamos de manera urgente renovar la estrategia de lucha contra la siniestralidad, evaluando y revisando aquello que no ha funcionado e implementando con nuevas actuaciones y herramientas para hacer de las empresas y centros de trabajo, lugares seguros.
El próximo 28 de abril es el Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, en el que volveremos a poner de manifiesto que tras 25 años de vigencia de la Ley de Prevención de Riesgos, los daños a la salud en el trabajo siguen estando presentes en nuestro día a día. Seguimos lejos de alcanzar el objetivo de integrar la prevención de riesgos en las empresas.
La falta de cultura preventiva entre el tejido empresarial, unida a la inestabilidad laboral y a las condiciones precarias del empleo, caracterizadas por la enorme temporalidad y parcialidad de la contratación, generan el caldo de cultivo perfecto para el deterioro de la salud laboral.
