CCOO y UGT nos hemos concentrado en Logroño en el marco de la huelga general convocada en el Sector Postal para los días 1,2 y 3 de junio. Hemos denunciado que Correos está al borde de la «quiebra técnica», con más de 500 millones de euros en pérdidas en tres años, 400 millones de déficit estructural y préstamos por un montante de 1.000 millones para el pago de las nóminas.
El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, está llevando a cabo una mala gestión comercial que ha provocado que Correos tenga pérdidas de cuota en el mercado de paquetería de más de un 40 %, mientras el resto de operadores privados continúan al alza. Consecuencia de la pérdida de cuota de mercado es la pérdida de empleo: en La Rioja se han reducido el número de contrataciones en un número superior al 35%, que se prevé que aumente en los próximos meses. Además, el porcentaje de empleo precario a tiempo parcial cada vez es más elevado y en La Rioja ya supera el 15 % del total de la plantilla.
Denunciamos la política de abandono del Servicio Público Postal y de Correos, que ha provocado el desplome de la carga de trabajo y a una situación económica insostenible, con unas pérdidas de casi 600 millones de euros acumulados en pérdidas, 400 millones de déficit y 1.000 millones en créditos para pagar nóminas. Correos quiere imponer su plan de reconversión apoyado por una minoría sindical; con jornadas partidas, prestación de servicios los fines de semana, jornadas parciales generalizadas en todos las áreas y puestos, flexibilidad laboral y algo que debería preocuparnos mucho, como son las “nuevas estructuras de negocio”, que abrirían la puerta a posibles privatizaciones en el futuro.
Por ello, exigiremos a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y al de Hacienda, la paralización de la implantación unilateral de esta reconversión, que debería calificarse como “desguace”. Correos está al borde de la «quiebra técnica», con más de 500 millones de euros en pérdidas en tres años, 400 millones de déficit estructural y préstamos por un montante de 1.000 millones para el pago de las nóminas. Este desguace está basado en el abandono del modelo de Servicio Público y la implantación de Centros Nodales en todo el Estado (con empleo a tiempo parcial y reparto de autónomos), disolución de las Unidades de Servicios Especiales (USE) movilidad funcional y geográfica y desaparición del binomio un cartero-una sección y un rural—un recorrido, precarización del empleo, reconversión y “raiderización” del mundo rural.
Estamos a tiempo de revertir la situación porque todavía no han terminado de implantarse los cambios, pero tanto la empresa como el Gobierno de España han mostrado su firme decisión de no hacerlo por la vía del diálogo, y de tener únicamente interés en imponer el marco legal una vez implantados e impuestos los cambios.
