El sector del champiñón y el Gobierno regional deben aclarar si estamos ante un Plan Estratégico de futuro que mejore el sector en todos los niveles o simplemente un plan de ayudas para los problemas puntuales del sector.
Desde el pasado mes de marzo el sector de la seta y champiñón, en toda su cadena de cultivo, producción, industrialización y comercialización, está planteando a los distintos ejecutivos riojanos la elaboración de un Plan Estratégico que integre actuaciones para ser acometidas por cultivadores, plantas de compost e industria para impulsar su reconversión en favor de su rentabilidad y competitividad.
Tanto la anterior consejera Eva Hita (PSOE), como su sucesora Noemí Manzanos (PP) se han comprometido con el sector. Esta última ha anunciado que se encuentra en trámite de contratación la elaboración de un Plan Estratégico del sector del Champiñón y la Seta en el primer trimestre de 2024. Desconocemos si se realizará a través de un medio propio de la Administración (TRASGA) tal y como anunció la anterior consejera, o por otros medios.
Por su parte el sector ha trasladado a la Administración la importancia de la creación de la Mesa del champiñón que integre a todos los agentes de la cadena de valor, cultivo, producción, industrialización y comercialización en paralelo a la redacción del Plan Estratégico. Y ha planteado los retos que tiene que afrontar el sector: falta de relevo generacional, la carencia de mano de obra, la necesidad de formación, la necesaria digitalización, entre otros.
En este escenario CCOO plantea algunas cuestiones, dada la importancia que los sectores agroalimentarios tienen en nuestra región.
La primera es meramente aclaratoria, cuando aparece en los medios de comunicación que el sector del Champiñón es “el segundo en relevancia económica y en generación de empleo tras el vitivinícola”. Hay que decir que se trata realmente del segundo subsector en importancia dentro del sector Agrícola de La Rioja, y no el segundo de toda la comunidad, ya que los sectores mayoritarios en empleo en nuestra región son los de Servicios y el de la Industria.
Pero lo realmente importante es aclarar qué entiende el Gobierno y el sector por un Plan Estratégico. Si pensamos en un planteamiento estratégico sectorial, este tiene que abordar el conjunto de los retos de futuro del sector, y para ello es necesario un conocimiento integral de la realidad y por lo tanto debe contar con todos los actores, algo que hasta la fecha no ha ocurrido.
Si una parte del futuro del sector del champiñón y la seta está condicionado por falta de relevo generacional, la carencia de mano de obra, la necesidad de formación, o la digitalización, un Plan estratégico que no cuente con la representación de las personas trabajadoras está condenado al fracaso.
Por lo tanto, desde CCOO entendemos que debe aclararse si estamos hablando de un verdadero Plan estratégico para el sector, y por lo tanto debe contarse con todos los agentes implicados. O se trata de ayudas para paliar los problemas puntuales, con lo cual pedimos encarecidamente que se busque un nombre más adecuado.
