Las condiciones laborales tienen una enorme influencia sobre la salud de las personas trabajadoras, llevamos años denunciando que la precariedad laboral enferma y mata.
A pesar de la inclusión de los entornos laborales seguros y saludables entre los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la Organización Internacional del Trabajo, en La Rioja aún estamos muy lejos de alcanzar este hito. De hecho, nos encontramos en un momento crítico para la salud y seguridad del trabajo en nuestra comunidad.
En 2022, en La Rioja se contabilizaron un total de 5909 accidentes laborales, que supuso un aumento del 25.2% respecto a los del 2021. Entre ellos, hubo 11 accidentes mortales, que supone un incremento del 57.14% frente al 2021; y lo alarmante es que en lo que llevamos de 2023 ya hemos contabilizado 10 fallecidos en accidente laboral. Son cifras inaceptables para una sociedad como la nuestra, a las que se debe poner freno de manera inmediata.
No nos olvidamos de las personas que han enfermado por su trabajo, en 2022 se han declarado en La Rioja 484 comunicados de enfermedades profesionales. Para nosotros esas cifras van más allá de lo declarado, llevamos años denunciando la enorme infradeclaración de las enfermedades profesionales, sobre todo las de cáncer de origen laboral.
Venimos advirtiendo que la recuperación de la actividad productiva tras el peor periodo de la pandemia, si no venía acompañada de una mejora en las condiciones de trabajo, tendría como consecuencia un repunte de la siniestralidad. Y, desgraciadamente, nuestras previsiones se han cumplido. La seguridad y la salud en el trabajo siguen sin ser una prioridad para los distintos Gobiernos y su Administración Pública.
Los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo suponen un problema social que lleva aparejado enormes costes humanos, y económicos, y las administraciones que podrían evitarlo, no le prestan la atención necesaria. Por eso hemos solicitado una convocatoria urgente del Consejo de Seguridad y Salud Laboral con el fin de conocer la información relativa a los últimos accidentes mortales y las causas que los provocaron; así como plantear medidas y actuaciones urgentes para frenar la escalada de accidentalidad en las empresas riojanas.
Este 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, exigimos que las empresas cumplan de una vez por todas con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Hay que ejecutar acciones que mejoren las condiciones laborales, integrando la perspectiva de género, vigilando el envejecimiento de la población trabajadora, investigando y registrando tanto los accidentes como las enfermedades profesionales.
Exigimos al Gobierno, Administración Pública y Consorcios supramunicipales, incorporen en los pliegos de condiciones para obras y servicios públicos, medidas de obligado cumplimiento en materia de salud laboral. Reclamamos un canal de comunicación entre la representación sindical y la administración para poder verificar el cumplimiento de las obligaciones del contrato asegurando el interés general.
Necesitamos una Inspección de Trabajo y Seguridad Social reforzada, con más medios humanos y materiales para cumplir con su labor esencial de vigilancia del cumplimiento normativo en seguridad y salud en el trabajo.
Reclamamos mayores recursos para la Fiscalía de Seguridad y Salud en el Trabajo, con el objetivo de incrementar su actuación en aquellos casos en los que, aun no habiendo resultado de lesiones o muerte, se ponga en riesgo la seguridad y la salud de las personas trabajadoras.
Vamos a seguir apoyando, reconociendo y agradeciendo la labor de los delegados y las delegadas de prevención de riesgos laborales, que día a día trabajan para que sus centros de trabajo sean más seguros.
Queremos expresar nuestro compromiso con la salud de la población trabajadora y por ello, este 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, nos vamos a concentrar en la Inspección de Trabajo a las 12:00 en la calle Doctores Castroviejo 9. Una vez más, vamos a ser el altavoz de las víctimas y vamos a reivindicar más ambición y valentía a los Gobiernos para proteger a las personas trabajadoras sin ambages, para que no prevalezcan criterios económicos sobre criterios de protección de la salud en el ámbito laboral a la hora de legislar.