Más formación y protocolos para mejorar la seguridad de los Agentes Forestales

Más formación y protocolos para mejorar la seguridad de los Agentes Forestales

El pasado sábado 21 eran asesinados por disparos de un cazador mientras trabajaban, en las cercanías de Lleida, F. Xavier Ribes y David Iglesias, dos agents rurals de la Generalitat de Catalunya, uno delegado y otro ex-delegado de CCOO.

Conjuntamente con UGT, CSIF y la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales, CCOO emitió una nota de prensa para manifestar las condolencias y transmitir el apoyo y solidaridad a las familias, amigos y compañeros de los asesinados.

La FSC de CCOO convocó concentraciones con cinco minutos de silencio,el lunes 23 a las 12,00 horas a lo largo de toda España, para rechazar los asesinatos y manifestar igualmente las condolencias y el apoyo a familiares y compañeros. La de Logroño tuvo lugar frente a la sede de la Consejería de Agricultura y fue convocada junto a la Asociación Profesional de Agentes Forestales de La Rioja, CSIF, STAR y UGT. Acompañando a un importante número de agentes forestales, incluyendo un jubilado, estuvieron el consejero de Agricultura, el director general de Medio Natural y numerosos técnicos y personal de esa Dirección, así como empleados públicos de otros ámbitos y sindicalistas de las organizaciones convocantes.

Tanto en los comunicados leídos en las concentraciones, como en el del funeral que tuvo lugar en Lleida esa tarde y en posteriores notas de prensa y comunicaciones en redes sociales emitidas por organizaciones sindicales y asociaciones profesionales, se evidenció, junto al rechazo a los asesinatos y condolencias a las familias y compañeros, la preocupación de los agentes forestales por sus carencias de seguridad y la necesidad urgente de tomar medidas por parte de las Administraciones Públicas de las que dependen para que hechos como éstos no vuelvan a producirse.

EQUIPARADOS A LA SEGURIDAD PRIVADA

La figura de Agente Forestal arranca de la de «capataz de cultivo» creada con la Ley de Fomento y Repoblación de los Montes Públicos, de 1877, a la que dos años más tarde se autorizó a denunciar los daños causados en los bosques. En 1907 se creó el cuerpo de Guardería Forestal del Estado, que iba armado, y que, con cambios de denominación, subdivisiones y reagrupamiento de cuerpos, se mantuvo hasta los años ochenta del siglo pasado. Entonces se produjeron transferencias a las Comunidades Autónomas, que fueron creando cuerpos propios con distintas denominaciones, ya de carácter no armado aunque manteniendo las armas heredadas, muchas de ellas obsoletas que se fueron retirando. También se repusieron las armas largas, para gestión, pero no las cortas, de defensa. En La Rioja se han mantenido, pero en otras comunidades, unas veces por decisión de las propias administraciones y otras veces por la de Intervención de Armas de la Guardia Civil, se han retirado, apoyándose en el Reglamento de Armas, que equipara a los Agentes Forestales y al Cuerpo de Vigilancia Aduanera con la Seguridad Privada.

Tanto la Ley Estatal 43/2003, de Montes, como la 10/2006, que la modifica, recogen en la definición de Agente Forestal su condición de agente de la autoridad y, entre otras, las funciones de policía y custodia de los bienes jurídicos de naturaleza forestal y la policía judicial genérica.

En La Rioja, el Reglamento de los Agentes Forestales, decreto 23/2009, fue consensuado con sus representantes sindicales y de la asociación profesional para zanjar un largo conflicto laboral junto con la promesa, todavía no acabada de cumplir, de aumentar la plantilla.

Este reglamento recoge tanto (art. 4) la actuación coordinada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con competencias comunes y el requerimiento de auxilio, como (art. 19) el poder portar armas en el ejercicio de determinadas funciones y el recibir formación al respecto.

Los Agentes Forestales en el desempeño de su trabajo están expuestos a numerosos riesgos: caídas al caminar por terrenos dificultosos, accidentes al conducir vehículos todos los días, muchas veces fuera de buenos caminos y con barro o hielo, accidentes por la acción de la maquinaria en trabajos y aprovechamientos forestales que supervisan, los derivados (quemaduras, inhalación de humo, asfixia) de la extinción de los incendios forestales y los que surgen (agresiones, atentados) de las intervenciones como policía administrativa en el control de aprovechamientos o práctica de la caza, pesca y recogida de setas,  la circulación de vehículos por pistas restringidas o monte a través, ilícitos en materia de incendios forestales, etc.

En materia de prevención de riesgos en incendios forestales se ha avanzado mucho en los últimos años, con dotación de EPI, formación contínua y elaboración de protocolos en las actuaciones de extinción.

CCOO plantea que en La Rioja, de manera similar, se mejore la seguridad de los Agentes Forestales en sus intervenciones como policía administrativa, aumentando la dotación en medidas de autoprotección, avanzando en la formación y estableciendo protocolos para las actuaciones. El uso o no de un arma de fuego corta como medida de defensa debe seguir siendo una opción personal de cada agente, dado que puede reducir ciertos riesgos pero conlleva otros; eso sí con armas renovadas y más seguras.

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