Los datos de la EPA del tercer trimestre reflejan el impacto de la pandemia en el empleo y la economía riojana. Tenemos prácticamente 18.000 personas desempleadas, más de la mitad mujeres, y con una tasa de ocupación que apenas ha aumentado un 1,04% en un trimestre tradicionalmente de crecimiento del empleo.
En este escenario son necesarias medidas urgentes dirigidas a la protección de las personas más castigadas por la temporalidad y la precariedad como jóvenes y mujeres.
Las medidas acordadas en materia de ERTEs y las ayudas a las empresas y personas trabajadoras tienen que seguir implementando desde el ámbito autonómico para garantizar la supervivencia de las empresas y el mantenimiento del empleo, especialmente en los sectores más afectados por las decisiones tomadas en el marco de la lucha contra la pandemia.
Al mismo tiempo hay que avanzar en la puesta en marcha de políticas activas de empleo y en formación para las personas trabajadoras, que nos permita una mejor situación de salida de la crisis de cara al 2021. Trabajando por desterrar un modelo de crecimiento basado en temporalidad y en la precariedad.