Durante el reinado de Pedro I más conocido con el sobrenombre de Pedrone se sentaron las bases de la privatización sanitaria en el Reino de La Rioja.
Su brazo ejecutor más importante fue Nieto IV también conocido como El Trampero, que se encargo de tejer una tupida tela de araña con acuerdos de cesión de servicios sanitarios públicos a EMPRESAS PRIVADAS que todavía perduran.
Años después fruto de grandes intrigas de palacio, el cetro del reinado cambio de manos, resultando ungido Rey Ceniceros 0 más conocido como El Despistao, quien promovió contratos privados para el transporte en carreta de caballos de enfermos a los hospitales.
Su más íntima colaboradora en la corte fue la Duquesa Martín, también conocida como La Hermética por el desconocimiento general de sus acciones y contactos para defender la sanidad PRIVADA.
Cuatro años después, las guerras internas en la corte de los populares y con el apoyo de las huestes del pueblo bien pertrechadas de ideas, dieron el reinado a Concha II más conocida como La Campechana; que realizó un intento para recuperar el aparcamiento de carretas de caballos, que paralizó el Consejo de la Grandeza de La Rioja.
También firmó un acuerdo con distinguidas figuras de la corte, para deshacer durante su reinado la tela de araña tejida por su antecesor Pedro I; al objeto de devolver a la Sanidad Pública lo que se le había arrebatado. Pero ese pacto se ha incumplido.
Por eso hoy 30 de noviembre 2020 su Condesa de Alba más conocida como La Arrogante, con el lomo inclinado, entrega al mayor mercader sanitario del reino de La Rioja las llaves de los CONTRATOS PRIVADOS, entre los que se encuentra el de Los Manzanos, para que continúen esquilmando los recursos Sanitarios Públicos en nuestro reino.
La cara de satisfacción de Pedro I lo dice todo.
Por ello, hoy las huestes en La Rioja proclamamos:
Qué EL DINERO PÚBLICO es PARA LA SANIDAD PÚBLICA
Y que GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, LA SANIDAD PÚBLICA SE DEFIENDE