Desde el inicio de la crisis, el número de horas extras pagadas ha bajado a la mitad, «una explotación va más allá de la precariedad«, aseguran desde Comisiones Obreras. De hecho, este sindicato calcula que con los 3,5 millones de horas extras no pagadas de 2015 se podrían haber creado cerca de 87.000 puestos de trabajo bien remunerados a tiempo completo.
Por esta razón, desde Comisiones Obreras apostamos por retomar la negociación colectiva e intervenir sindicalmente en los tiempos de descanso de los trabajadores.
El secretario General de CCOO en La Rioja, Jorge Ruano, junto a la responsable de Acción y Comunicación, Marian Alcalde, han analizado las cifras de un estudio realizado a nivel nacional sobre las horas extras no pagadas. Así, explica Ruano, en 2008 había en España 16,9 millones de asalariados, que trabajaron 9,4 millones de horas extras a la semana. En 2015, con 14,8 millones de asalariados (2,1 millones menos que en 2008) se trabajaron 6,3 millones de horas extras a la semana, todavía un 33% menos que en 2008.
Una cantidad de horas extras no pagadas, alerta Ruano, que influyen directamente sobre la contratación y el empleo y constituyen una forma de explotación laboral con una tendencia a quedarse en nuestra sociedad.
El volumen de horas extras pagadas a la semana (2,8 millones de horas) equivaldría a la creación de 69.350 empleos asalariados a tiempo completo (40 horas/semana). Por su parte, los 3,5 millones de horas extras no pagadas a la semana equivaldrían a la creación de 86.950 empleos asalariados a tiempo completo. En total, las horas extras trabajadas en 2015, pagadas y no pagadas, equivaldrían a 156.300 nuevos empleos asalariados a tiempo completo.
Por su parte, Alcalde ha asegurado que el problema de las horas extras no pagadas se concentra principalmente en los servicios. «Sobre todo en hostelería donde estamos hablando de una media de doce horas y media extra a la semana sin pagar».
Y ante esta situación, desde Comisiones Obreras instamos por retomar la negociación colectiva para «para reordenar una promoción flexible del tiempo de trabajo e intervenir también en los tiempos de descanso de todos los trabajadores» concluye Ruano.