CCOO calcula que, al ritmo actual, se tardará 75 años en alcanzar una igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el ámbito salarial. Así lo ha estimado Isabel Rodero, secretaria de Igualdad y Mujer de la Federación de Industria de este sindicato.
Rodero ha participado en la jornada ‘Brecha salarial. Derechos y negociación’ que CCOO celebra hoy en Logroño para analizar cómo articular herramientas para combatir esa diferencia salarial. La jornada también ha contado con la participación de varios miembros de comités de empresa, que han compartido su experiencia en la negociación colectiva. Además, se ha informado de los resultados de la encuesta ‘Tu empresa, a examen’.
Rodero ha reclamado una mayor implicación de las Administraciones Públicas para que la existencia de esta discriminación de género «se reconozca como un problema social dentro de un sistema que favorece las desigualdades». «Se eluden responsabilidades y las soluciones se dejan para la negociación colectiva, sin dotar de herramientas o recursos a los trabajadores como el permiso de paternidad o la Ley de Igualdad, sin desarrollar», ha lamentado.
«Hoy es difícil detectar una discriminación salarial directa- ha explicado-, pero se ha detectado que más de la mitad de la brecha salarial es fruto de la aplicación de los complementos salariales por parte de la empresa«.
Y es que esta brecha no sólo se ve en las tablas salariales, como ha insistido Jorge Ruano, secretario general de CCOO en La Rioja, sino que «detrás de cada empresa hay un sistema pactado o no pactado de retribuciones y complementos» que favorece esta discriminación y que los empresarios son reticentes a facilitar.
Esta jornada sirve, según Ruano, para poner de manifiesto cuestiones que suceden en las empresas y que afectan «no sólo a las mujeres, sino al conjunto de trabajadores». Así, una de las medidas que puede ser llevada a las negociaciones de convenios sectoriales o de empresa es la reclamación de una clasificación profesional y un sistema de promoción que evite esta discriminación de género y acabe «con los ascensos y mejores salarios otorgados de manera indiscriminada y subjetiva, y no en relación con lo que cada trabajador aporta a su empresa».