CCOO advirtió que el acuerdo de recuperación de derechos firmado en mayo de 2016 por el resto de organizaciones sindicales no garantizaba el cobro de las cantidades pactadas en el ACUERDO-CONVENIO 2008-2011. Dicho acuerdo prometía “la reposición progresiva de los acuerdos suspendidos en materia de carrera profesional”.
Ahora la administración propone un modelo de desarrollo que incumple punto por punto lo pactado en dichos acuerdos:
Adquisición del Grado 1 al alcanzar los 5 años de antigüedad.
Carácter irreversible del reconocimiento de dicho grado.
La administración pretende no sólo que el acceso a ese Grado 1 se realice tras un proceso poco claro de evaluación, sino que la permanencia en dicho grado sea revisable anualmente.
Las cuantías a percibir suponen menos del 25% de lo pactado en el ACUERDO-CONVENIO y sin tener en cuenta los incrementos que deberían haberse producido durante los 6 años que ha estado en suspenso.
CCOO ha propuesto que el reparto de las cantidades que el Gobierno puede comprometer para el pago de la Carrera se haga de forma lineal, punto en el que se ha encontrado la oposición no sólo de la Administración sino de las demás organizaciones sindicales.
Por otra parte, la regulación propuesta por la Administración establece unos tramos de acceso a los diferentes grados de carrera más largos que los establecidos para el Servicio Riojano de Salud y también mayores de lo que se habló en las negociaciones de 2008. El acceso a los diferentes grados se realizaría a través de tres bloques de valoración entre los que se encuentra el cumplimiento de objetivos individuales y propone que el evaluador sea “de manera preferente el superior jerárquico del funcionario evaluado”.
Por todo ello y por que la Administración sigue negándose a negociar sobre otros temas fundamentales como son la recuperación de las 35 horas y del complemento por Incapacidad Temporal, consideramos que los empleados públicos han sido víctimas de una nueva burla por parte de la Administración, debida en parte a la “ingenuidad” de las organizaciones firmantes del acuerdo de recuperación de derechos, que se dejaron seducir por lo que CCOO supo reconocer como cantos de sirena.