La no integración del Hospital de Calahorra impide la cobertura de sus servicios

La no integración del Hospital de Calahorra impide la cobertura de sus servicios

 

La no integración de FHC en la Administración Pública regional, su permanencia como una “isla” desconectada orgánicamente del resto del SERIS, incrementa exponencialmente la dificultad para la captación de profesionales por el hospital calagurritano.

Si ello ya es difícil, actualmente, para cualquier Servicio regional de Salud, incluso para los más grandes y atractivos centros universitarios, ser un hospital comarcal y de frontera supone un hándicap añadido de magnitud insuperable.

Que, por esa no integración, la experiencia profesional en FHC no se compute luego a efectos de antigüedad en ningún otro Servicio de Salud, ni siquiera en el SERIS, es la puntilla que determina que muchos profesionales no acepten trabajar en el centro riojano pues perciben su estancia en él como un perjuicio en su carrera profesional.

La escasez estructural de profesionales sanitarios es una circunstancia que conocemos bien, que a nadie puede pillar por sorpresa puesto que hemos venido advirtiendo, fundadamente y de forma objetiva, de ello durante los últimos años. La situación actual ya no es de anuncio de males futuros, con mayor o menor repercusión, sino de constatación de una evidencia, ya presente: se ha cumplido lo que anunciamos que sucedería, el futuro ya está aquí: el Servicio de Urgencias de nuestro hospital, una de las razones de ser del centro, imprescindible para la asistencia sanitaria especializada en La Rioja Baja cuenta con una cobertura de 3 profesionales médicos en turno diurno y 2 en horario nocturno al objeto de cubrir la demanda asistencial existente en coordinación con el resto de especialidades que conforman nuestra cartera de servicios.

A día de hoy son necesarios al menos 16 profesionales médicos para la cobertura del servicio con carácter estructural. FHC no puede tenerlos en las condiciones actuales.

En las carteleras de trabajo, oficiales, del presente mes de junio ya no es posible mantener dicha cobertura durante seis días en turno diurno (21, 25, 26, 28, 29 y 30 de junio). El hospital no cuenta con los profesionales necesarios, ni siquiera alcanzando el máximo de horas extraordinarias que legalmente es posible realizar.

La situación se agravará en los meses siguientes:

  • en julio no se mantendrá la cobertura durante 6 días en horario nocturno y 18 días en turno diurno,
  • en agosto serán doce los días en que no se cubrirá la plantilla médica en turno de noche y 19 días en horario diurno,
  • en septiembre no habrá cobertura 8 días en turno de noche y 19 días en horario diurno.
  • Y no se trata de una carencia coyuntural coincidente con fechas de verano o periodos vacacionales, sino de un problema estructural que se agravará progresivamente: en octubre no se dispondrá de la cobertura médica precisa 5 días en el turno nocturno y 16 en horario diurno. A finales de año la situación se agravará aún más

Con todo, lo más grave es que ya en el mes de julio hay días en que, por cartelera de trabajo no habrá ningún médìco de Urgencias disponible. Situación que se repetirá en agosto, septiembre y octubre (aún no hay carteleras de noviembre y diciembre). Sencillamente porque el hospital no dispone de los profesionales necesarios. Sobran las palabras.

Aun siendo especial significativa la situación en el servicio de Urgencias, no es el único caso. Sirva como ejemplo la situación del servicio de Radiología: FHC cuenta con sólo una radióloga en plantilla, pese a ser 4 los puestos estructurales definidos por el Patronato de FHC. Durante dos semanas, ante la ausencia de dicho profesional, el hospital no ha dispuesto de ningún radiólogo, circunstancia que se repetirá durante los próximos meses.

En el caso del servicio de Traumatología, por ejemplo, la plantilla estructural ebería ser de 7 profesionales médicos, contando el centro hoy sólo con 4,5 para la cobertura de la atención continuada (guardias) de la especialidad, insuficiente pese al desempeño de turnos de guardia de 17 y 24 horas.

Como señalamos, dificultades para la captación de profesionales las tiene, también y serias, el Hospital San Pedro y el propio SERIS. Pero no es menos cierto que hay servicios de salud que sí han hecho sus deberes y afrontan este año con sus coberturas garantizas: los gestores también se retratan.

No obstante, permítannos insistir en ello, pues la situación de FHC no tiene parangón por cuanto somos penalizados por una barrera de acceso insuperable: es la no integración de FHC en la Administración Pública Regional (es la única fundación sanitaria en mano pública de España que aún no lo ha sido o no está en trámite de serlo) la causa que impide que profesionales médicos vengan al hospital de Calahorra.

En este contexto, tampoco la Dirección del centro, permanentemente al margen de la realidad, ha sido capaz de proveer solución alguna; es más, sus torpes intentos de ridículas convocatorias de empleo que nadie atiende revelan un profundo desconocimiento de la realidad del Sistema Nacional de Salud y la gestión de sus recursos humanos. Que se halle en trance de publicación la convocatoria para la cobertura de 15 puestos indefinidos de médico, cifra muy inferior a las vacantes existentes, ya es una torpeza. Que entre esos 15 no hayan incluido ninguna plaza para el servicio de Urgencias, les define como gestores prescindibles, siendo el Patronato, el responsable y consentidor último de esta situación.

Por ello, sin insistir más en denuncias estériles, emplazamos a todos los agentes competentes, desde el propio Gobierno y la Administración regional, por supuesto, al poder legislativo, agentes sociales y sociedad civil, a que tomen, por favor, conciencia no ya del problema (años llevamos explicándolo) sino de la irreversibilidad de la situación y su inminencia implacable.

Por nuestra parte, la plantilla estamos dispuestos a aportar soluciones en la medida de nuestras posibilidades y competencias, que son las propias del marco de relaciones laborales. Soluciones, al menos provisionales, en tanto se avanza en la única que garantizará la viabilidad de la asistencia sanitaria en La Rioja Baja: la integración orgánica de FHC y su plantilla en la Administración Pública regional.

Esta información la hacemos pública -queremos señalarlo- a petición expresa de los propios profesionales del centro. Como se aprecia, se hace con datos concretos y reales, sin alarmismo, sin demagogia, pero insistiendo vehementemente en la urgencia, ya inaplazable, del problema, sin minorar tampoco su gravedad.

Acabamos con ruego más: por favor, tengan siempre presente que el Hospital de Calahorra es una joya. Quienes conocemos otros centros comarcales del Sistema lo sabemos bien. A veces tenemos la sensación de que no se valora lo que tenemos más cerca. Sabemos bien cuánto trabajo ha costado llegar hasta aquí. Pero nosotros solos no podemos hacerlo todo. Un problema como el que se aborda en esta Nota supera nuestra capacidad de actuación y ni con toda la voluntad del mundo podemos abarcarlo. Necesitamos, urgentemente, el compromiso de la sociedad en su conjunto y, desde luego, de sus representantes. Quedamos a disposición de todos los que sepan y tengan algo que aportar (lo cual excluye a la Dirección del centro, y es un alivio).

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