Los trabajadores y trabajadoras de los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS) no se sienten seguros en sus puestos de trabajo. En el centro de Nájera han sufrido, en los últimos meses, un intento de agresión física en el que tuvo que intervenir la Guardia Civil y esto no es un hecho aislado, ya que en otros centros de La Rioja se han vivido situaciones de agresiones verbales, solucionadas por las trabajadoras del propio centro. Por ello, CCOO reivindica la necesidad de mejorar las medidas de seguridad y en especial, seguridad privada.
“Hay personas a las que no les sienta bien que se les deniegue una prestación y otras protestan porque les atienda una mujer -la mayoría de los trabajadores de estos centros son mujeres”, explica Luis Arnedo, Coordinador del Sector de la Administración del Estado de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO.
Además, la sección de Salud Laboral de la Federación de Servicios a la Ciudadanía ha realizado varias inspecciones en estas instalaciones, constatando que no se cumplen la normativa de seguridad y salud, recogida en el RD 486/1997 sobre lugares de trabajo. “Las trabajadoras sólo tienen una salida y tendrían muchas dificultades para salir en caso de tener alguna emergencia o cualquier problema con un usuario”.
CCOO ha denunciado esta situación a la dirección de la Seguridad Social en La Rioja y a Servicios Centrales en Madrid, pero les han contestado que “han investigado el tema y han comprobado que no ha habido más agresiones”.
En cualquier caso, la solución pasaría, para el sindicato, por solicitar que se cumpla la normativa del RD 486/1997, los protocolos contra la violencia a empleados públicos y la contratación de vigilantes privados y no por instalar un botón del pánico, como parece ser que se ha planteado por parte de la Dirección Provincial, ya que con este sistema no se impediría que se volviesen a repetir situaciones comprometidas para las trabajadoras de esos centros.