Con motivo del 7 de octubre, Jornada Mundial por el Trabajo Decente convocada por el movimiento sindical en todo el mundo, animamos a la ciudadanía a participar de las reivindicaciones sociales y sindicales que realizamos durante todo el año, y al Gobierno de La Rioja, de España y de Europa, a tomar las medidas necesarias para una mejora sustancial de las condiciones laborales y de vida de la clase trabajadora.
Como señala la Confederación Sindical Internacional (CSI), que representa a 207 millones de trabajadoras y trabajadores en 163 países, existe suficiente riqueza global para afrontar los retos de nuestra época: crear trabajo decente para todo el mundo, garantizar una protección social universal y combatir el cambio climático.
Este año, la iniciativa de la CSI se centrará en la defensa de un crecimiento económico que beneficie a toda la ciudadanía y no solo a una minoría privilegiada. El lema de este año, ‘Cambiar la Reglas’, incide en el deterioro de los derechos laborales que está teniendo lugar en muchos países, tal como se aprecia en su encuesta mundial. En Europa, el 58% de los países incumple los derechos de negociación colectiva y tres cuartas partes, el derecho de huelga. La CSI recuerda que el desmantelamiento de las estructuras de negociación colectiva ha sido más acusado en los países afectados por las políticas de austeridad de la Troika (España, Portugal y Grecia).
Criticamos también las prácticas laborales de grandes empresas como Amazon, Delibero,… en diferentes países, incluido el nuestro, donde recientemente dos huelguistas han sido detenidos y continúan siendo juzgados y condenados sindicalistas como el caso de Jorge y Pablo en Logroño.
En España, pasados ya más de 10 años de la crisis económica, continuamos denunciando que la salida de la crisis no está incluyendo a los trabajadores y trabajadoras, que siguen sufriendo altos niveles de desempleo y la consolidación de condiciones precarias de trabajo. Esta situación afecta de forma más grave a las mujeres trabajadoras, que sufren mayor precarización, menor reconocimiento y una gran brecha salarial, y a las personas jóvenes, que continúan sufriendo la falta de oportunidades en el ámbito laboral, el fraude en la contratación y la migración.
En estos años se ha producido un retroceso en derechos sociales básicos que ha generado un incremento en el riesgo de pobreza y exclusión social, especialmente acusado en colectivos como las familias con menores a su cargo, las personas desempleadas, la población extranjera y las personas menores de 30 años.
Es por ello que en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente la Cumbre Social Estatal exige a los gobiernos medidas que garanticen la recuperación de los derechos sociales y laborales arrebatados durante los últimos diez años y una apuesta decidida en la lucha contra la precariedad laboral, la pobreza y la exclusión social.