A pesar de las contrataciones de la campaña de Navidad, La Rioja vuelve a incrementar el número de parados en el mes de diciembre. El Gobierno regional siempre encuentra lecturas positivas sean cuales sean las cifras.
La Rioja tiene en estos momentos más de 16.000 personas desempleadas, cifras similares a las de diciembre de 2008. Sin embargo, la realidad de las personas trabajadoras es muy distinta a la de hace una década, con el mismo número de personas desempleadas tenemos menos contratos indefinidos que hace 10 años y muchos más contratos temporales que hace 10 años.
Esa es la realidad del mercado laboral en nuestra región, las mismas cifras esconden una realidad mucho más precaria en cuanto a la contratación y condiciones de trabajo, frente a unos beneficios empresariales se han recuperado y que se sitúan desde hace tiempo por encima de los niveles de hace una década.
El patrón de creación y destrucción de puestos de trabajo se repite en función de la estacionalidad, ante la ausencia de políticas públicas.
Esta situación no es casualidad, sino que es fruto de la aplicación de las políticas del Partido Popular, encaminadas a mejorar la cuenta de resultados sobre la base del empleo precario y los bajos salarios.
No hay voluntad política para aplicar políticas activas de empleo para atender a las personas desempleadas y mejorar su capacidad de acceder a un empleo de calidad, y vuelven a ser las mujeres y las personas jóvenes las más perjudicadas. Ejemplo de ello es el Plan de FP y Empleo del Gobierno de La Rioja, cuya ejecución debía ser una prioridad para cualquier Gobierno, y sin embargo lleva prácticamente cuatro años metido en un cajón.