CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios con cerca del 70% de la representación sindical de la empresa, han denunciado que la curva de contagios de Correos se ha disparado en el periodo estival y en tan solo cuatro semanas la empresa acumula tantos casos de contagio como en los cinco meses anteriores de duración de la pandemia (marzo a julio), acumulando más de 1.000 casos positivos y 4.160 casos de cuarentena por contacto.
Para ambos sindicatos esta situación es extremadamente grave y señalan al presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, como su principal causante. Su estilo personalista, que le ha llevado a tomar decisiones contra el criterio de los profesionales de Correos, priorizando el negocio a la salud, ya pusieron en riesgo la salud y la vida de los más de 50.000 trabajadores/as en la primera oleada de contagios de marzo, colocando a la plantilla de Correos como el segundo colectivo en COVID-19 tras el sanitario. CCOO y UGT acusan al presidente de gastar partidas millonarias en autobombo y cortinas de humo, en las que antepone a la salud del colectivo su principal objetivo que no es otro que el de salvar su imagen personal mediante campañas publicitarias masivas. Los altísimos índices de contagio en Correos lo dicen todo.
Ambas organizaciones sindicales vienen denunciando que las medidas y protocolos preventivos actuales son claramente insuficientes y carentes de eficacia a la hora de evitar los contagios. También denuncian la estrategia de intencionada ocultación y manipulación de datos que viene practicando la compañía, a instrucciones de su presidente para acallar las voces críticas de CCOO y UGT. La inaceptable situación actual les viene a dar la razón cuando a primeros de mayo denunciaban que la empresa pública postal, dirigida por Juan Manuel Serrano, estaba afrontando una vuelta a la actividad precipitada sin garantizar el mantenimiento de la distancia de seguridad en muchos de los centros de trabajo, en los que se produce un peligroso hacinamiento que es caldo de cultivo para contagios y rebrotes para trabajadores/as y ciudadanos/as.
CCOO y UGT han exigido medidas urgentes para la reversión de la situación, replanteando las insuficientes actuales e introduciendo otras nuevas (como la toma de temperatura y la realización de pruebas PCR para detectar casos y evitar contagios), además de racionalizar la actividad de modo que se eviten los hacinamientos, a lo que Correos ha dado la callada por respuesta, a pesar de la gravedad de la situación y de seguir acumulando contagios de una forma galopante. Para CCOO y UGT, de seguir aplicando las actuales medidas y protocolos, es previsible que los contagios sigan multiplicándose, algo que es una gravísima irresponsabilidad porque se está poniendo en peligro la salud y la vida de más de 50.000 trabajadores/as y de sus familias, además de existir un riesgo de extensión de contagios para los millones de ciudadanos/as a los que llegan diariamente en todo el Estado.
Serrano lleva meses intentando ocultar su mala gestión de la crisis sanitaria, a través de campañas de prensa y publicidad en las que manifiesta su preocupación por la plantilla, buscando lavar su imagen personal. Estas acciones, que han supuesto un coste de varios millones de euros a la compañía, chocan con la contundencia de los datos de contagio en el último mes. Las irresponsables decisiones de Serrano obligan día a día a sus profesionales a hacer equilibrios imposibles, colocando la marca de Correos en los peores momentos de su historia, y poniendo en peligro la salud de los trabajadores/as, algo que no está ocurriendo en ninguna otra empresa pública. CCOO y UGT no descartan una demanda judicial por ocultamiento de datos, irresponsabilidad en la gestión pública y daños graves a la plantilla.