CCOO La Rioja trasladará al Gobierno Regional y a los grupos parlamentarios la necesidad de mejorar la prevención de riesgos laborales en nuestra comunidad. Para ello, proponen la presentación de una enmienda parcial a los presupuestos de 2021 para incluir una partida de 2,5 millones de euros destinada a recuperar la actividad del Instituto Riojano de Salud Laboral (IRSAL).
El Secretario General de CCOO La Rioja, Jorge Ruano, ha denunciado que los distintos ejecutivos regionales han ido reduciendo la financiación del IRSAL y de las actividades de prevención, hasta el punto de que actualmente no se cuenta con una partida específica. Como ha detallado, en 2007 contaba con un presupuesto cercano a los 2,5 millones de euros. Una partida que fue disminuyendo cada año hasta que en 2012 desapareció. Los presupuestos comenzaron a incluir entonces financiación para ‘Actividades de Prevención y Seguimiento de la Salud Laboral’, que también fue reduciéndose hasta que en 2017 desapareció y comenzó a englobarse en la Dirección General con competencias en la materia.
Poco a poco ha ido desapareciendo todo lo que tiene que ver con riesgos laborales. Es necesario recuperar el referente que fue el IRSAL, que actualmente no tiene entidad propia y cuenta con unos recursos económicos y humanos muy mermados.
En paralelo, se ha producido en los últimos años un repunte de la siniestralidad laboral, que no ha dejado de crecer desde 2012. Así, en 2019 se han registrado 4.625 accidentes laborales en La Rioja y hasta octubre de este año, teniendo en cuenta además la paralización generalizada de la actividad por la pandemia, ya se han registrado 3.133 accidentes.
Esto demuestra que nuestro sistema preventivo ha perdido eficacia y necesita ser revisado y actualizado. Las sucesivas reformas laborales han mermado la capacidad de intervenir de los trabajadores y trabajadoras en materia de salud laboral en sus empresas.
Es necesario reformular la Estrategia Riojana de Seguridad y Salud Laboral que finaliza en 2020, y reforzar el papel de los agentes sociales en el diseño de la nueva estrategia, mejorando la coordinación en el ámbito sanitario para incorporar sistemas de detección de las enfermedades profesionales.
En estos momentos, hablar de salud laboral es hablar de prevención contra el COVID, puesto que se trata de un riesgo biológico que afecta a las empresas de todos los sectores y tamaños. Tiene que haber protocolos y planes de contingencia y los trabajadores y trabajadoras deben ser informados de ellos.
Además, también plantemos la prioridad de implementar la figura del Delegado de Prevención Territorial, una figura que está funcionando en otras comunidades y que nos permitiría llegar a las pequeñas empresas de seis o menos trabajadores que no tienen posibilidad de elegir representantes en materia de riesgos laborales.
Necesitamos que estas propuestas se pongan en marcha para cambiar la tendencia y reducir la siniestralidad laboral en nuestra región.