La mediación como herramienta para anticiparnos al conflicto

La mediación como herramienta para anticiparnos al conflicto

Llevamos mucho tiempo de política de regate corto, a golpe de titular, pensado para Twitter, de posiciones partidistas y de mensajes dirigidos para quienes consideramos “una o uno de los nuestros». Frente a esta dinámica, resiste ahora y siempre, aquella que practicamos las organizaciones sindicales todos los días, basada en el binomio negociación y movilización, y que, en la mayoría de los casos, acaba en acuerdo.

Estos acuerdos van desde un calendario laboral, pasando por un ERE en una empresa, un convenio colectivo, hasta un acuerdo en materia de pensiones, sin duda el mayor y más importante de todos los que puede llegar un sindicato de clase. Tampoco es menor el alcanzado para reducir la temporalidad en las administraciones públicas, tras décadas de movilizaciones y denuncia de la situación que sufren las trabajadoras y trabajadores públicos. Ni los acuerdos en materia de ERTEs que han salvado miles de puestos de trabajo y empresas. 

Son acuerdos complejos, duros en términos de negociación, puesto que defendemos intereses contrapuestos, ya sea frente a la patronal o frente al gobierno. Pero son acuerdos valientes, que no contentan por completo a ninguna de las partes, pero es ahí donde reside su valor en términos políticos, discutir y negociar para avanzar. 

Pero hoy quería centrarme en otro acuerdo que ha pasado desapercibido por el ruido mediático y la urgencia de la pandemia, pero que es especialmente relevante para el futuro inmediato. 

El pasado mes de diciembre CCOO, UGT, CEOE y CEPYME, alcanzaron el Sexto Acuerdo sobre Solución Autónoma de Conflictos Laborales (VI ASAC), que ha sido firmado posteriormente por el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, en nombre del Gobierno, en el que compromete el mantenimiento y la potenciación de la Fundación de Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA-FSP).

En el acuerdo, sindicatos y patronal establecen procedimientos y herramientas para solucionar el conflicto laboral y social que se da todos los días, con mayor o menor intensidad, en todos los ámbitos de las relaciones laborales. Son las cosas que mientras no estalle el conflicto no ocupan titulares, pero que sin duda, son importantes para las empresas y las personas trabajadoras, y para el desarrollo socioeconómico y la modernización del país.

La solución autónoma de conflictos tiene décadas de trayectoria y ha permitido la mejora de las relaciones laborales y la canalización del conflicto social. Pero lo relevante de este sexto acuerdo son sus nuevas competencias, en las que se supera la concepción de la mediación como un trámite previo a la vía procesal, situando los procedimientos autónomos de solución de discrepancias y conflictos laborales, en el centro de nuestro sistema de relaciones laborales.

Por una parte, se establecen procedimientos para anticiparse al conflicto antes de que se produzca, además de promover la negociación colectiva, que es el eje sobre el que se fundamenta nuestro sistema de relaciones laborales.

Y por otra, se abre la posibilidad de que las personas que son empleadas públicas, o trabajadoras autónomas económicamente dependientes puedan acceder a los procedimientos de mediación y arbitraje para sus conflictos colectivos, siempre que se adhieran de forma voluntaria y expresa, extendiendo los beneficios que supone este sistema.

Estas dos novedades suponen un salto cualitativo en los sistemas de mediación y arbitraje, para la resolución de conflictos, que en buena lógica deben de trasladarse del ámbito estatal al de la comunidad autónoma, a través de la renovación y adaptación del acuerdo interprofesional alcanzado en La Rioja por la Federación de Empresas, CCOO y UGT en 1994 y que dio origen al Tribunal Laboral de La Rioja.

Un nuevo acuerdo que para alcanzar su plena eficacia debe contar con el respaldo del Gobierno de La Rioja, facilitando los recursos necesarios y valorando la adhesión a la solución autónoma de conflictos para las personas trabajadoras públicas en los distintos ámbitos de la comunidad autónoma.

Anticiparnos a los problemas y mejorar la negociación colectiva a través de un nuevo acuerdo para la solución autónoma de conflictos debe incorporarse a la agenda política. Los retos de transformación en el modelo productivo y social requieren de nuevas herramientas, y nada mejor que el diálogo social para construirlas a través del diálogo y la negociación.

  Jorge Ruano Chover, secretario general de CCOO de La Rioja

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