Exigimos a la Dirección de Ramondín que abandone el camino de la cerrazón, y que finalice con la actitud arbitraría que ha tomado. Decimos cerrazón porque en Ramondin excluyen a la representación legal de los trabajadores de toda información, así como de cualquier tipo de solución conjunta.
Se han olvidado de las herramientas que nos dota la negociación colectiva, el sistema de solución de conflictos, los EREs, ERTEs… herramientas que tan buenos resultados han dado históricamente en Ramondín, para salvaguardar los puestos de trabajo.
La dirección nos habla de la baja carga de trabajo en los últimos meses, pero no presenta los beneficios que ha obtenido durante los últimos 5 años. Y decimos arbitraria porque en los despidos de los 9 trabajadores y en otros, que se han ejecutado en los últimos años, se repiten los mismos patrones.
Se despide a trabajadores que han dejado su vida en Ramondín, que en algunos casos superan los 35 años de antigüedad en la empresa y que están próximos a su jubilación. La causa que justifica el despido es que “no aportan valor”. Se sustentan estos despidos mediante una valoración de desempeño que se viene realizando en los últimos tres años, desde el área de recursos humanos a algunos trabajadores.
Esta valoración del desempeño, no está consensuada con el comité de empresa y censura aspectos tan personales para los trabajadores como tener disponibilidad para hacer horas extra, flexibilidad para trabajar fuera de tu jornada laboral o el tiempo sindical, entre otros.
A juicio del Comité, estos despidos son debidos a la eliminación de determinadas personas incómodas para la empresa y que con la excusa de necesidades productivas, se ha aprovechado para despedirlos con una cuantía de 20 días por año, indemnizaciones que tantísimo dinero le cuestan a la empresa, y que a nuestro juicio supone un riesgo añadido de descapitalización.
Ante esta situación, el comité de empresa exige a la dirección la readmisión ya, de no ser así, seguiremos con las movilizaciones.