La Plataforma 8 de Marzo alza la voz contra la violencia machista: «Por ti, por mí y por todas mis compañeras»

La Plataforma 8 de Marzo alza la voz contra la violencia machista: «Por ti, por mí y por todas mis compañeras»

La Plataforma 8 de Marzo, de la que es integrante CCOO, ha convocado este 25N una concentración en El Espolón bajo el lema ‘Por ti, por mi y por todas mis compañeras’ contra la violencia machista y en apoyo a las víctimas.

Según la última macroencuesta de violencia contra la mujer, en España, 1 de cada 2 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia por razón de género. Este año 2023 está siendo especialmente grave con 52 mujeres asesinadas en nuestro país, dejando 48 huérfanos y huérfanas. 

En el primer semestre del año se contabilizaron 94.554 denuncias por violencia de género. Desde su creación en 2007, el teléfono 016 ha recibido más de 1 millón de llamadas. 

La violencia de género constituye un serio obstáculo para el desarrollo de una democracia plena dado que la igualdad entre mujeres y hombres está en el corazón mismo de cualquier forma de sociedad libre. La violencia contra las mujeres parte de todo un sistema, el patriarcal, que hunde sus raíces en lo más profundo de nuestra historia y que ha mantenido la desigualdad de las mujeres como forma de dominación, explotación y subordinación. 

La aprobación de la ley orgánica 1/2004, marcó un punto de inflexión en España por cuanto que define de manera precisa la naturaleza y características de la violencia de género se produzca tanto en el ámbito privado como en el público. Actualmente 46.040 mujeres víctimas de violencia de género cuentan con medidas de protección policial bajo el sistema VioGen creado en cumplimiento de la Ley 1/2004. 

También la aprobación del Pacto de Estado contra la violencia de género supuso un gran hito para la visibilidad de la violencia de género, así como la movilización de recursos, acciones coordinados y capacidades para hacerle frente. 

La Ley 10/22 de 6 de septiembre, de garantía de la libertad sexual ha supuesto un nuevo progreso porque genera una nueva arquitectura legal que protege de manera transversal de la violencia sexual. 

Este año las mujeres de España han dicho #SeAcabó a tolerar en silencio abusos que aún forman parte de la cotidianidad, que presentan como comportamientos naturales lo que en realidad son manifestaciones del machismo y el patriarcado. Luchas contra la violencia de género es invertir en la vida de las mujeres, en democracia para hacer un país de personas libres e iguales. 

Sabemos que lo que no se nombra no existe. Lo que no se contabiliza, tampoco.  Por ello es preciso detenerse en las cifras de la violencia contras las mujeres, que son la máxima expresión de un sistema patriarcal. La violencia de género, entendida en su sentido amplio, es decir, comprendiendo todas las manifestaciones de la violencia hacia las mujeres, es el delito más extendido en todo el mundo. Cada 3 segundos, una niña es obligada a casarse; una de cada 3 mujeres del mundo ha sufrido a lo largo de su vida violencia física o sexual; 3 millones de niñas son víctimas de ablación cada año; las violaciones como arma de guerra están generalizadas en las zonas de conflicto; una gran parte de los asesinatos de mujeres fueron cometidos por sus parejas o exparejas; el 71% de las víctimas de trata son mujeres y niñas (ACNUR, 2019). 

Y no podemos olvidar a las mujeres inmigrantes, muchas veces violadas o víctimas de trata en el proceso migratorio y que tampoco tienen asegurado el estatus de refugiadas en los países de llegada. Ni olvidamos tampoco a las mujeres palestinas asediadas por las bombas en la Franja de Gaza, sin alimentos, ni electricidad, ni medicinas, ni agua, 50.000 de ellas embarazadas. Ni mucho menos olvidamos la fuerte represión que padecen nuestras hermanas en países como Afganistán, Irán, Libia, Sudán o Bangladesh, entre otros. 

La violencia machista es un fracaso de toda la sociedad. Hay que actuar políticamente, sindicalmente, vecinalmente, socialmente, con los movimientos feministas y fomentar ese esfuerzo en los organismos e   instituciones públicas para terminar con todas las formas de violencia contra las mujeres.

Este 25 de noviembre de 2023 volvemos a las calles contra todas las violencias machistas y a gritar alto y claro que “Se acabó”. Salimos por todas las que no están, por las que se sienten solas, por las que tienen miedo, por las invisibilizadas, por las que son negadas, por las que están lejos. Por todas las que luchan, por las que lucharon antes y lucharán en el futuro. Porque esta fecha, instaurada en recuerdo y reivindicación de los asesinatos de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en la República Dominicana en 1960, nos recuerda que luchamos porque otro mundo es posible. Porque cuando decimos que queremos un mundo sin violencias, estamos diciendo que queremos construir otro. Esta fecha tiene memoria y reivindica que el feminismo es un grito global en el que “si tocan a una, respondemos todas”. Respondemos con alternativas, sembrando futuro, creando horizontes. Porque nuestras luchas empujan al mundo a resolver las desigualdades de raíz, abriendo paso a otro en el que seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres. En definitiva, este 25N llamamos a los trabajadores y trabajadoras y al conjunto de la ciudadanía a participar junto con el movimiento feminista en los actos y  reivindicaciones que se suman al grito global contra las violencias machistas.

Pedimos hacer un frente común sólido, como sociedad sana y avanzada, para poner freno a la actual normalización de la violencia contra las mujeres, incluso a su banalización y por su puesto al negacionismo de la misma. Es preocupante el incremento alarmante de adolescentes y jóvenes que considera que la violencia de género, un “invento ideológico”.  Proliferan espacios, mayoritariamente on line, que promueven libre e impunemente consignas contrarias a los derechos de las mujeres.

Este aumento negacionista de las desigualdades de género y de la violencia machista en particular, nos obliga a todos y a todas a preguntarnos qué factores o circunstancias alimentan esta tendencia, responsable de un claro retroceso social. Lo que supone, además de una mayor tolerancia a la violencia, una reducción de la percepción del riesgo y un aumento de las situaciones de violencia entre la propia adolescencia y juventud.

Consideramos vital actuar desde todos los ámbitos contra esos discursos reactivos que cuestionan consensos básicos que había en nuestro país sobre la importancia de luchar contra la violencia de género, que reproducen ,incluso desde las propias instituciones estereotipos y prejuicios machistas y reaccionarios que creíamos superados.

Y ante este escenario,  exigimos tolerancia cero frente a todas las violencias contra las mujeres, instando además a reforzar la educación en igualdad en todos los niveles educativos con el objetivo de identificar y neutralizar estas violencias y desterrar estereotipos desde la infancia.

 INSTAMOS al gobierno central y los gobiernos autonómicos y locales a que dediquen de forma sostenida y creciente los recursos necesarios, especialmente los económicos, y que garanticen en todos los ámbitos que les son propios servicios de prevención y de atención integral a las víctimas de todas las violencias machistas.

De igual modo,   instamos a las fuerzas democráticas a que continúen reforzando como política de Estado los contenidos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y a la elaboración de propuestas más ambiciosas y eficaces para la y de la Estrategia Estatal para combatir las violencias machistas 2022 – 2025. Celebramos que el Pacto de Estado se haya convertido en una herramienta permanente y seguiremos reclamando que su financiación sea también suficiente y estable, garantizando la plurianualidad de sus fondos. También pedimos que se garantice una red pública de atención integral a todas las víctimas de estas violencias machistas que les asegure una atención especializada e interdisciplinar 24 horas 365 días al año, para que no queden desprotegidas en ninguna circunstancia, fecha u horario.

Por otro lado, subrayamos la importancia del ámbito laboral para garantizar que los centros de trabajos sean espacios seguros y para la autonomía de las mujeres supervivientes a las violencias machistas. En este sentido, reivindicamos la extensión de los derechos laborales (suspensión de contratos, movilidad geográfica y funcional, etc.) reconocidos a las víctimas de violencia de género (a las que les es de aplicación la Ley 1/2004 contra la violencia de género), a las víctimas de violencias sexuales, tal y como contempla la Ley Orgánica 10/2022 de Garantía integral de la libertad sexual.

En cuanto a los contratos bonificados, un total de 1048 mujeres víctimas de violencia de género han accedido a uno de estos contratos en el año 2022, según datos de la Delegación del Gobierno contra la violencia de género. El total en 2021 fue de 944 contratos. Pese a los esfuerzos, se trata de un porcentaje aún exiguo de las víctimas.

Por ello, reclamamos el refuerzo y la revisión de las políticas activas de empleo para estas mujeres, y la formación específica de los operadores que intervienen. Por ti, por mí y por todas mis compañeras. No a la Violencia contra las Mujeres.

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