Los últimos datos del paro desvelan que en el mes de diciembre 230 personas más han pasado a engrosar las listas del desempleo. Se confirma por tanto una tendencia que cada año se repite en La Rioja, con un crecimiento del desempleo que se ha hecho crónico en el último trimestre del año. Queda claro, por tanto, que en esta comunidad no somos capaces de implantar medidas para acabar con la temporalidad.
Preocupa además especialmente a CCOO el incremento del desempleo en el sector industrial; de los 230 nuevos parados en La Rioja, 159 corresponden a este sector. Resulta evidente que este incremento del desempleo se debe exclusivamente a la extinción de contratos coincidiendo con la temporada de vacaciones de fin de año. Durante los meses de enero y febrero volverán a realizarse nuevos contratos que maquillarán de nuevo unas cifras irreales que esconden detrás la precariedad en el empleo, con el único fin de conseguir un mayor beneficio económico para las empresas.
El hecho de que La Rioja cierre el año 2017 con 17.436 parados no puede ser en ningún caso motivo de alegría, a pesar de que el último mes se haya registrado un descenso, ya que implica que un 11,4% de la población activa se encuentra en situación de desempleo y, por tanto, de desigualdad.
Para CCOO, 2017 ha sido un año en el que España ha desaprovechado el crecimiento económico para crear empleo estable. De hecho, se ha alcanzado en estos 12 meses la cifra récord de más de 21 millones de contratos realizados, lo que significa que se han hecho 36 contratos por cada puesto.
La precariedad, la temporalidad y los salarios bajos en España, y también en La Rioja, sigue siendo alarmante gracias a una legislación que no sólo la permite sino que además la potencia. De hecho, España se sigue quedando atrás en relación a Europa ya que, ante un mercado de similares características, la brecha de la precariedad no hace más que ensancharse cada vez más.