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La sarna, una enfermedad que trae recuerdos de antiguo. Como si esta enfermedad fuese de otras épocas, y muy relacionada con lo rural. Pero en sí es una enfermedad muy seria y muy actual.
Si una persona se contagia pasará una de las grandes torturas muy difícil de imaginar. No solo por los picores constantes, a estos se les suma el relativo aislamiento, tirar la ropa de vestir usada y la de cama. Vamos, algo nada apetecible.
La sarna lleva años afectando a los ciervos de riojanos. Más de un millar han podido morir a causa de esta enfermedad en nuestros montes. Y aún hoy siguen muriendo. Muchos en las inmediaciones de los pueblos o van a terminar sus días en los arroyos de agua. Unos son detectados, otros no. Estos ciervos, enfermos y debilitados por la sarna, la cual les puede llevar afectando durante meses, pueden estar a su vez afectados por otras enfermedades que pueden infectar a quienes manipulen estos animales, suponiendo un riesgo aún mayor.
Los Bomberos Forestales de La Rioja, antes llamados retenes de incendios, llevamos años atendiendo las emergencias del mundo rural. No hemos evolucionado mucho desde que pasamos a ser Bomberos, la administración muestra cierta reticencia a desarrollar el mundo rural y no pone todo el empeño en gestionar con la máxima eficiencia los recursos de emergencias que destina a los pueblos. Los Bomberos Forestales somos un recurso por y para el mundo rural, con esa finalidad fuimos creados. No solo para atender los incendio forestales, sino para todas las emergencias y urgencias. Y entendemos que tan importante es un habitante de una ciudad como de un pueblo, y atender sus situaciones de peligro, o necesidades frente a situaciones de riesgo, es y debe ser una de nuestras misiones. Hacer fuentes de mampostería, abrevaderos para ganado, limpiar cunetas o sendas para cazadores, marcar pinos y leñas, y alguna que otra vez hacer franjas auxiliares a modo de prevención de incendios, son algunas labores que hacemos, pero también debe ser una de nuestras misiones, prepararnos y formarnos cada vez más para ayudar a quienes sufran pérdida, accidente, o fallecimiento en el medio que trabajamos y conocemos a la perfección. Esa misión no podemos llevarla con eficacia si la administración riojana sigue racaneando lo que el medio rural se merece.
En otras comunidades autónomas la administración forestal que tradicionalmente ha venido gestionando la labor de los retenes de incendios forestales, se ha visto muy limitada e incapaz de gestionar la labor de los Bomberos Forestales, y se ha optado porque pasen a formar parte de la gestión de Protección Civil, una administración mucho más eficaz para entender el recurso y la capacidad que significa tener Bomberos Forestales en un medio rural, escaso en población pero muy grande en territorio.
Pero siempre hay algún rayo de luz entre tanta oscuridad y desde el grupo de Bomberos Forestales de CCOO en La Rioja, queremos agradecer a la administración del gobierno regional y más en concreto a la Dirección General de Medio Natural a cuyo frente se encuentra D. Miguel Urbiola Antón, la oportunidad otorgada a este colectivo de gestionar la fauna salvaje durante estos últimos seis años. Este grupo que en contadas ocasiones ha sido merecedor del reconocimiento de su capacidad para gestionar fauna, ha podido gestionar gran cantidad de cadáveres de ciervos muertos por sarna sin necesidad de la presencia de gestores superiores.
Los ciervos con sarna han supuesto y suponen un gran peligro sanitario tanto para la fauna como para las personas que se acercan al medio natural. Una prueba de su virulencia es que empezando en La Rioja, en concreto en el Alto Oja, enseguida se extendió a otros valles e incluso a la comunidad vecina de Castilla y León, donde también supone un gran peligro. Peligro mucho mayor cuando puede ser posible que estos cadáveres posean otras enfermedades más graves y altamente contagiosas. En muchos casos este colectivo extrae los animales muertos en un estado muy avanzado de descomposición en los arroyos y ríos, o dentro de casco urbano.
Para este colectivo es un orgullo haber podido gestionar este problema de manera autónoma en la mayoría de las ocasiones. Esta confianza mostrada nos alegra sobremanera y mucho más con la intención de cambiar las instrucciones sobre recogida de cadáveres de fauna silvestre, que tiene en cuenta el Director de Medio Natural, donde se nos incluya y reconozca esta labor de gestión de forma autónoma.
Esperamos así mismo, con la misma ilusión, poder gestionar los cadáveres de fauna protegida, e incluso animales heridos. Esto nos hace pensar que esta administración nos va a proponer en breve el ascenso al grupo D, un grupo que está más acorde con los trabajos de gestión de emergencias, como en el caso de gestión de los ciervos muertos por sarna al suponer una emergencia sanitaria.
Los Bombero Forestales muestran su interés en seguir sirviendo y ayudando a las personas, y tiene verdadero interés en formarse y avanzar en conocimientos, para que los habitantes rurales, los turistas y todas aquellas personas que estén en la naturaleza se sientan realmente protegidas y ayudadas cuando lo necesiten.