El Plan MECUIDA que permite reducir y adaptar la jornada laboral fue aprobado en marzo y está dirigido a las personas trabajadoras que tengan familiares, con consanguinidad hasta el segundo grado, afectados por Covid-19.
Estas medidas que se refieren a la ampliación de los permisos de adaptación de la jornada laboral o reducción de la misma, así como el uso preferente del teletrabajo allí donde sea posible.
Son medidas «neutras» en cuanto a los sexos, políticas que tratan igualitariamente a hombres y mujeres, pero los datos demuestran que son las mujeres las que mayoritariamente hacen uso de ellas y sobre todo, el impacto que tienen sobre ellas es mayor. Las mujeres ocupan principalmente los sectores de actividad y puestos con menores salarios, son mayoría en la contratación a tiempo parcial.
La adaptación de jornada es una medida de menor impacto económico. Permite distribuir el tiempo de trabajo de otra forma a la habitual y puede consistir en modificaciones de turno, alteración del horario, horario flexible, jornada partida o continuada, un cambio de centro de trabajo, de funciones, de forma en la que se realizan las tareas o «cualquier otro cambio» que pueda implantarse «de modo razonable y proporcionado, teniendo en cuenta el carácter temporal y excepcional» de la norma y que en el ámbito de la empresa facilite el acuerdo entre las partes.
Estas medidas serán apoyadas con ayudas económicas que fueron acordadas en el marco del Dialogo Social en con el Gobierno de La Rioja este verano y que verán la luz en breve.
Ante la situación excepcional que está atravesando el conjunto del país, es necesario que las medidas que se pongan en marcha ofrezcan garantías y no generen más desigualdad.