Este martes hemos vuelto a salir a la calle para defender la escuela pública. De la mano de la Plataforma por la Escuela Pública CCOO ha participado en la concentración en la que hemos exigido más financiación para la Educación Pública, la reversión de los recortes en la enseñanza, la bajada de las ratios en las aulas y, que de una vez por todas, la religión salga de la escuela.
Durante la concentración se han podido leer diversas pancartas que pedían una ‘Escuela Pública de todos y para todos Plataforma por la Escuela Pública‘ junto a otra del Frente de Estudiantes que abogaba por recoger el testigo, ‘Construyamos nuestra educación’. Pero además y a lo largo de la protesta se han escuchado mensajes como ‘no a los recortes’ ‘el dinero público para la escuela pública’, ‘Galiana escucha la pública está en lucha’, ‘no a la LOMCE’, o ‘sí, sí, sí, la pública está aquí’.
La portavoz de la Plataforma, Irina Schmatenko, que ha señalado a los medios de comunicación que «nos queremos sumar a las movilizaciones que se han hecho tanto el 8 de marzo, como el 1 de mayo, así como las que están haciendo los pensionistas y la Plataforma por la Sanidad Pública, para desde la educación pública dar un golpe en la mesa y conseguir las reivindicaciones que consideramos oportunas«.
Entre ellas, ha citado la apuesta por una «educación pública, gratuita y de calidad, que apueste también por la igualdad«, además de que «ni un solo euro de dinero público sirva para financiar la educación privada, ya que financiando adecuadamente la educación pública se garantiza el acceso en igualdad» a la enseñanza.
Schmatenko ha reclamado asimismo un papel «protagonista» para la comunidad educativa «de cara a que en el Pacto Educativo se contemple una presencia importante tanto de estudiantes, profesores y familias, evitando que se hagan pactos burocráticos de despachos»
También, ha exigido una «adecuada formación del profesorado, adaptando la pedagogía a las necesidades actuales, y que sea proporcionada por las instituciones públicas«. En el caso de la religión, ha abogado, finalmente, porque «está se quede fuera de las aulas, y se quede relegada en un ámbito privado, y no se imparta como asignatura dentro de las aulas».