El acceso del Hospital San Pedro ha acogido hoy una concentración en repulsa de la agresión sufrida el pasado jueves por un vigilante de seguridad en el Hospital San Pedro. También hemos querido apoyar a los profesionales de la sanidad pública que han sufrido agresiones físicas o verbales.
El vigilante fue agredido por un antiguo paciente, que vino con premeditación a pegarle como venganza por haberle reducido cuando intentó agredir al personal sanitario cuando estuvo ingresado. Como consecuencia de la agresión, el vigilante sufrió hematoma en los dos ojos y una inflamación en la retina de uno de ellos.
Al no ser agente de la autoridad, la Policía Local no se lo llevó detenido, ya que no se considera delito. De hecho, ayer se celebró el juicio y el agresor, que reconoció los hechos, fue condenado por un delito leve de lesiones a pagar una multa de 240 euros y una indemnización a la víctima de 480 euros y pagarle unas gafas nuevas.
Estamos hartos, tenemos muchas intervenciones en el SERIS, en el 90% de las ocasiones para proteger al propio personal. ¿Quién nos protege a nosotros frente a estos agresores si se queda en una simple falta? Mientras el compañero agredido estuvo todo el día de médicos y con las gafas rotas, el agresor comió tranquilamente en su casa viendo la tele.