Los exsecretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, han coincidido en señalar que España tiene «un problema de cultura empresarial» que «o se resuelve en la actualidad o vamos a tener muchos problemas de presente y de futuro» y han advertido de la necesidad de «poner las instituciones laborales al servicio de los trabajadores para evitar los atropellos que se están cometiendo porque son millones las horas que se están realizando sin compensación alguna».
Los exsecretarios generales han realizado estas declaraciones con respecto a la nueva norma de control de la jornada laboral que ha entrado en vigor esta semana con la que consideran que se está realizando «un acto de normalización en las relaciones laborales«. Ambos han acudido a Logroño para participar en un acto invitados por el Foro Francisco Saez Porres para hablar de La Europa Social y las elecciones del 26 de mayo.
En este sentido, Ignacio Fernández Toxo ha explicado que «los convenios colectivos están ahí y están para cumplirlos por lo que los trabajadores tienen derecho de disponer de su tiempo para el descanso como consideren oportuno».
Todo esto, ha considerado, «es una polémica estéril que se está alimentando de forma torticera por algunos ámbitos de la política» pero «no sabemos qué rédito quieren sacar con todo esto».
Para Toxo «lo que es anómalo es que a la gente se le contrate por unas determinadas jornadas de cuatro o cinco horas ahora que hay tanto empleo parcial y después se les obligue a doblar las jornadas».
«Esto es lo que deberían perseguir los partidos políticos y poner las instituciones laborales al servicio de los trabajadores para evitar los atropellos que se están cometiendo porque son millones de horas que se están realizando sin que haya compensación alguna».
Además, ha reconocido, «en la inmensa mayoría de las empresas ya se ficha pero las condiciones de contratación se han degradado tanto en nuestro país que se debe fichar para controlarlo».
Además, ha señalado, Europa «tiene una mandíbula de cristal que es la desigualdad, que se ha incrementado de manera brutal en todos los países de la UE y que tiene una directísima relación con las políticas de austeridad» y, por ello, «hay que poner en el epicentro del proyecto europeo el empleo, la lucha por la igualdad y los servicios públicos. Todo ello debería ser el corazón de la agenda política y social de Europa para estos próximos años».
«Europa es la región del mundo con una mayor fortaleza de sus instituciones políticas pero debemos competir con China y Estados Unidos y debemos tenerlo en cuenta». Por tanto, «es necesario acudir a votar y de que haya una gran participación para reforzarla».